La década de los años 50 en Estados Unidos fue clave en la lucha de los grupos que se unieron para acabar con la segregación racial que padecía la población afroamericana y para reclamar que se garantizaran sus derechos civiles. Así, las movilizaciones de la comunidad negra se intensificaron a partir de 1955 cuando Rosa Parks, una mujer de raza negra, decidió sentarse por primera vez en un autobús reservado para personas blancas.
Las protestas se sucedieron en distintos estados y tuvieron como respuesta brutales represiones por parte de grupos extremistas de ciudadanos blancos, principalmente en el estado de Mississippi. Pero la lucha de la población negra continuó, y uno de sus momentos decisivos fue la marcha en Washington, donde frente a 250.000 personas de raza negra, Martin Luther King pronunció su famoso discurso: “Tengo un sueño”.