Según datos de Unicef, en Yemen una de cada tres niñas es casada antes de los 18 años, y una de cada siete antes de los 15. En la mayoría de los casos se trata de matrimonios forzados, pactados por las familias, sin el consentimiento de las menores. Esta práctica viola los derechos humanos más básicos y las convenciones internacionales firmadas por Yemen, pero además tiene graves consecuencias en la vida y el desarrollo de las niñas.
Es habitual que la niña sea casada con un hombre mucho mayor que ella, que se le obligue a abandonar la escuela y que se le mande a vivir con la familia del esposo, a la que deberá servir. La menor pasa a ser propiedad del marido y es él quien dispone cuándo y cómo tener relaciones sexuales y descendencia. Los abusos sexuales y las complicaciones en el embarazo y el parto son continuas en este tipo de uniones.
En 2009 el Parlamento yemení debatió una ley para impedir y sancionar los matrimonios de menores de 17 años, pero en 2010 el Comité de la Sharia (Ley Islámica) bloqueó la iniciativa. En 2015 se redactó un borrador constitucional que establecía los 18 años como edad mínima para contraer matrimonio. No obstante, la inestabilidad política que atraviesa el país va a hacer muy difícil su aprobación.