El tribunal de Lyon acaba de condenar (con seis meses de cárcel que no deberá cumplir) al cardenal Philippe Barbarin por no denunciar a un cura pederasta. La condena prueba que algo ha cambiado en Francia, donde las víctimas de abusos por parte de sacerdotes han comenzado a romper su silencio y la sociedad, a escucharlas.
Siguen saliendo a la luz nuevos casos de pederastia en el seno de la Iglesia católica. Desde Estados Unidos hasta Australia (donde el cardenal Pell ha sido condenado a seis años de prisión por abuso sexual a dos niños cuando era arzobispo de Melbourne) pasando por Chile, México, Irlanda, Alemania, o Francia.
Las víctimas se han mostrado decepcionadas tras la cumbre celebrada en el Vaticano –el pasado mes de febrero– para tratar los abusos sexuales por parte de sacerdotes. Según denuncian las personas afectadas, la cumbre sobre pederastia ha sido un lavado de cara y faltan medidas concretas.
Así un grupo de exalumnos de Salesianos de Deusto, que afirma haber sufrido abusos, ha exigido a la Iglesia contundencia, honestidad, transparencia y humildad para reconocer los hechos y perseguir a abusadores y encubridores. Y también a los partidos políticos que reformen la ley para que el Código Penal amplíe o elimine el plazo de prescripción de estos delitos.
Film:Gracias a Dios