En 2014 comenzamos una aventura. Nada nos hacía imaginar que conoceríamos a tantas personas y llegaríamos a tantos lugares con nuestras Madejas contra la violencia sexista.
Al comienzo queríamos manifestarnos contra una violencia que rodeaba a mujeres con nombres e historias, algunas de las cuales conocíamos. Sabíamos tejer y queríamos dar un mensaje a la sociedad.
Tejer ha sido considerada una actividad natural en las mujeres, una labor casi lúdica, vinculada a un ritual, íntimo y personal. Entonces este trabajo dejó de ser privado para nosotras y se volvió público. Cuando miramos el gran lazo que alcanza los 6 km, vemos sus colores, sus técnicas, pensamos en cuánto saber se recoge en cada nudo, en cada hilo trenzado o tensado. Un saber que se ha compartido en soledad o con otras, en una forma oral, de mano en mano, y que ha supuesto horas y horas de trabajo a nuestras ancestras.
Al comienzo queríamos manifestarnos contra una violencia que rodeaba a mujeres con nombres e historias
Y nos encontramos en el presente, con una transformación que se antoja necesaria. Los puntos que damos con nuestras agujas se tornan palabras, los tejidos, reivindicaciones, y el tejer mismo es un código que realiza un pasaje al lenguaje y se transforma en pensamiento. Pero no se trata de cualquier pensamiento. Madejas es para nosotras un pasaje de un trabajo femenino a una propuesta feminista.
Por ello, como una evolución lógica, han surgido Los encuentros de pensamiento feminista de “Madejas contra la violencia sexista” y el documental Hilos de sororidad.
Nuestra Madeja nómada interpela a quien la observa colgada en el espacio público y, con nuestro hacer artesanal, interrogamos a la sociedad y a nosotras mismas respecto a las violencias
Somos tejedoras en lucha, nuestra Madeja nómada interpela a quien la observa colgada en el espacio público y, con nuestro hacer artesanal, interrogamos a la sociedad y a nosotras mismas respecto a las violencias. Y lo hacemos con esa forma obstinada que tiene tejer. Con ese tiempo insistente, que es personal y colectivo a la vez, que nos enreda y nos llena de sororidad, que nos hace sujetas políticas. Que construye un relato y nos permite transformarnos en voz y pensamiento que quiere un mundo más igualitario y un futuro feminista.
Harituz / Escuela de Igualdad de Mujeres y Hombres de Astigarraga
Film:Hilos de sororidad