En Cuba, concretamente cerca de la bahía de Guantánamo, Estados Unidos mantiene todavía una de sus prisiones militares exteriores (fuera del país) para detenidos acusados de terrorismo. Establecida en 2002 por George Bush en su "guerra contra el terror" tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, esta prisión de Guantánamo cumplía el pasado 11 de enero 20 años.
De estos 20 años, Amnistía Internacional, en su último informe sobre la prisión, denuncia los crímenes de derecho internacional cometidos: detenciones indefinidas sin presentación de cargos, negación de acceso a protección judicial, vulneración del derecho a juicios por tribunales independientes y no por comisiones militares. También denuncia la tortura (ahogamiento fingido, privación de sueño, exposición a temperaturas extremas) y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes utilizados contra los detenidos. En estos años se han notificado 7 suicidios.
Todavía siguen en Guantánamo 39 presos, 27 de ellos sin que se hayan presentado cargos penales contra ellos. Cuatro mandatos presidenciales en EEUU no han sido capaces de cerrar una prisión creada al margen de las leyes nacionales e internacionales, la cual ha llegado a tener encerrados a 758 hombres y 22 niños/adolescentes musulmanes. En 2019, según la BBC, trabajaban en el penal 1.800 soldados; esto es, 45 guardias por cada prisionero.
Hoy, 20 años después, Amnistía Internacional insta a que se aborde este asunto con urgencia, se cierre la prisión y se inicie un proceso de rendición de cuentas y reparación, que acabe con la impunidad de los crímenes de derecho internacional cometidos en el penal.