La Securitate: control social y represión en Rumanía

En la década de los 60, el régimen de Nicolae Ceaușescu contó en Rumanía con una de las policías políticas más conocidas y eficaces que han existido: la Securitate. Durante años se dedicó a diseñar y perfeccionar una maquinaria de represión y control social de la ciudadanía, convirtiéndose en un sofisticado Gran Hermano.

Bajo su control, los ciudadanos rumanos no podían salir del país y estaban sometidos a vigilancia constante. Se utilizaban micrófonos y escuchas telefónicas; y además se desarrolló un régimen de miedo, censura y represión, mediante el que todos los ciudadanos estaban obligados a informar y delatar a vecinos, amigos, familiares. La Securitate reclutó, gracias al método de “premio y castigo”, un impresionante ejército de espionaje y delación. Este llegó a superar el medio millón de informadores y se infiltró durante décadas en las casas y las conversaciones más íntimas de todo rumano que representara el menor peligro para el régimen. Se reclutaba incluso alumnado de los últimos años de la escuela primaria y de secundaria.

En 1999 se creó el Consejo para el Estudio de los Archivos de la Securitate (CNSAS), que puso a disposición de la ciudadanía toneladas de expedientes que incluyen investigaciones y procesos penales, escuchas e informaciones ofrecidas por chivatos reclutados entre todos los sectores sociales y niveles de intimidad respecto de las personas vigiladas. El archivo es, sin duda, la prueba definitiva de uno de los mayores ejercicios de control social ejercido por un gobierno en la historia reciente de Europa.

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