La asignatura pendiente de la salud mental

Según datos manejados por la asociación Salud Mental Euskadi, en al menos 227.775 hogares de la Comunidad Autónoma del País Vasco convive alguna persona con un problema de salud mental. El bienestar de estas familias pasa por que se eliminen las barreras y los estigmas que todavía existen. Pero, sobre todo, pasa por que las instituciones implementen estrategias de atención a la salud mental basadas en altos estándares de calidad que ayuden en la atención, la prevención y la detección precoz de las enfermedades mentales.

Es cierto que los avances en la concienciación y el reconocimiento de estas enfermedades han aliviado el camino. Y no es menos cierto que, desde las instituciones, se están haciendo esfuerzos por mejorar el abordaje de la salud mental, como lo demuestra la reciente Estrategia de Salud Mental de Euskadi 2023-2028 adoptada por el Gobierno Vasco. Sin embargo, todavía queda mucho por hacer. Desde muchos ámbitos relacionados con la salud mental se sigue criticando la estrechez de recursos y la tendencia, cada vez mayor, a dejarlos en manos de la iniciativa privada.

La pandemia nos ha demostrado que es necesaria una profunda transformación de la sanidad pública, para adaptarse al presente y dar una respuesta adecuada a todos nuestros problemas de salud. Vivimos rápido y cada vez con mayores exigencias y amenazas, lo que tiene un impacto directo sobre nosotros y nosotras. Necesitamos más profesionales especialistas en psiquiatría y psicología, pero sobre todo necesitamos dotarnos de un sistema de salud fuerte en lo que a la salud mental se refiere. Desgraciadamente hoy en día todavía es una asignatura pendiente.

Fotografía: © Penelope Chauvelot

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